El arte de leer pensamientos propios ¿Sabes cómo?

Leer nuestros pensamientos es un arte que se basa en escuchar con atención, cuestionar, aceptar y en ocasiones ignorar.

La mente es una máquina productora de planificaciones, recuerdos, pensamientos, suposiciones, hipótesis, teorías, y por supuesto cuando dormimos creamos los sueños o pesadillas.

Pero ¿que tan a menudo escuchas tus pensamientos?, esos inconscientes y automáticos. Es ahí donde carecemos de información con respecto a nuestras emociones y comportamientos, pues el detonante siempre estarán en la nube encima de nuestra cabeza.

Existe un término para estos procesos cognitivos «Los Pensamientos Automáticos» y se pueden definir como aquellos que se crean en nuestra mente sin nuestro permiso, acoplando varios niveles de respuestas según nuestro carácter y temperamento.

Ana es una estudiante de medicina que luego de defender su tesis de grado el jurado le pidió que esperara afuera.

«¿Será que lo hice mal?«

«No debí equivocarme tanto«

«Estaba muy nerviosa, seguro lo notaron» 

Una vez que Ana entró de nuevo al salón, el jurado se paró y le aplaudió por tan excelente trabajo, obteniendo la nota máxima. 

En este ejemplo, Ana presentó síntomas de angustia, miedo, ansiedad, estrés, impotencia y todo a consecuencia de sus pensamientos automáticos.

¿Cuáles son los pensamientos automáticos más comunes? 

Algunos de estos pensamientos automáticos más comunes son: las culpas, los deberías, el filtraje, la maximización o minimización, entre otros. (Ya dedicaré un post a cada uno de ellos)

Simples voces que dicen como debemos actuar, pensar y sentir sin hacerlos conscientes o reales.

Estos procesos del pensamiento que no tienen ninguna prueba de ser reales o que simplemente aparecen de la nada y te hacen sentir incomodo/a se denominan «Distorsiones cognitivas«

¿Cómo identificar los pensamientos automáticos?

Para leer los propios pensamientos, es recomendable hacerlos consciente con una palabra con la que puedas detenerlos.

Unos ejemplos de estas palabras podrían ser:

• STOP
• DETENTE 
• BASTA

Luego de haber detenido el momento y la fiesta de locos en nuestra cabeza, debemos racionalizar los pensamientos. 

Vamos al ejemplo de Ana, en donde podría racionalizar sus pensamientos con otros más reales como:

«Yo no considero que haya defendido mal mi tesis»

«Mis invitados se mostraron interesados»

«Respondí a todas las preguntas»

«Me preparé lo suficientemente bien»

Luego puedes anotar estos pensamientos por categoría y dar un porcentaje para cuantificarlos, es decir que al pensamiento negativo que hayamos tenido en el día dar un porcentaje del 1 al 100. Esto en relación ha como nos hizo sentir, luego anotar las emociones y colocar el porcentaje de igual manera.

Lidia menciona en consulta que su esposo no es para nada detallista y que nunca le ha regalado nada. Un día Arnaldo (su esposo) se aparece en la casa con un ramo de flores y una caja de chocolates. Es entonces donde se vienen los pensamientos automáticos de Lidia:  

“Seguro hizo algo malo”

“¿Que estará pasando?”

“Tiene otra y se siente culpable conmigo”

• Acontecimiento: me trajo flores y chocolates
• Pensamientos: seguro hizo algo malo 100%, ¿Que estará pasando? 70%, Tiene otra y se siente culpable conmigo 25%
• Emociones: incertidumbre 100%, sorpresa 100%, rabia 70%, desconcierto 80%
• Nuestra respuesta: aquí enmarcaremos 2 opciones; 1.- ¿y eso? (con sentimiento de rabia o asombro  2.- gracias mi amor, ¿a que debemos el detalle? (desconcierto, sorpresa y placer)

Ya con esta técnica puedes identificar cuantos pensamientos irreales, absurdos, abstractos, y a veces imposibles.

Puedes empezar desde este momento a contar los pensamientos automáticos, detenerlos, y luego identificarlos. Te garantizo que pudiendo leer tus propios pensamientos modificarás tu forma de ver la vida y pensar menos para vivir más.