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Los 3 autoengaños que te impiden tomar acción… PENSAMIENTOS DE FALACIAS

Los autoengaños son mecanismos de defensas que seguro te han funcionado durante años, estos te ayudan a protegerte de una verdad que muchas veces puede ser insoportable. Así que prefieres engañarte a ti mismo que asumir la responsabilidad de tus actos ¿Te ha pasado? En este post hablaré sobre los 3 estilos de autoengaños y como vencerlos para tomar acción y cumplir tus propósitos personales. Comencemos… Comencemos con un ejemplo cotidiano: “Paola tiene una relación de pareja que sabe que no irá a ningún lado. Como relación no tienen mucho en común y el tema de la intimidad no es tan placentero como debería, motivo por lo que está decidiendo si terminar o no.” Es entonces donde aparece un autoengaño: “Si vamos a terapia de pareja puede que cambie, y así nuestra relación mejorará” Spoiler de esta historia, NO CAMBIÓ NADA. Los pensamientos funcionan para resolver problemas, adaptarse a una situación que en este caso lo soluciona con una mentira esperanzadora. No quiero decir que las personas no puedan cambiar, es más bien el tema de dejar las decisiones o responsabilidades en manos de un futuro incierto puede ser frustrante y decepcionante. Vamos con el concepto teórico: “Un pensamiento de autoengaño es aquel constructo mental que evoca una posibilidad (que puede ser mágica, personal o irreal) de una situación que amerita de una acción personal.” Dicho en otras palabras, el autoengaño existe como herramienta para protegernos de un dolor mayor. Ejemplo: Paola en sesión admitió, que soportaba la relación porque no quería estar sola y sentirse abandonada (dolor mayor). Ahora veamos el stock de mentiras que solemos decirnos para evitar estos escenarios dolorosos, les llamaremos las 3 falacias de pensamientos. Falacia de cambio Su consigna es “Todo va a cambiar” “Todo va a mejorar” “El cambio está por venir” Es el engaño de que otras personas, situaciones o eventos van a mejorar tu vida por arte de magia, mientras esperas sentado con el termómetro de la impotencia subiendo al max. Se cree en el cambio como una entidad capaz de desvanecer la “mala suerte” y hacer crecer dentro de una realidad paralela que será mucho mejor. Pensamientos reales: “No quiero hacerme cargo de cambiar mi situación” “Prefiero esperar que tomar una decisión y responsabilizarme de las consecuencias” Preguntas desafiantes: ¿Quién es el responsable de ese cambio? ¿Quién quiere que suceda el cambio? Falacia de Justicia Su consigna es: “Me parece injusto” “Es injusto que…” “Que injusticia que pase esto” Básicamente dice que lo que no se acerque a la interpretación de lo justo es obviamente lo contrario (INJUSTO). Aquí es donde todos los demás parecen ser los malos y tu asumes el papel de víctima de un juicio en donde eres el abogado, el juez y los testigos. Pensamiento real: “No quiero entender la posición de otros” “Solo mi posición es válida” “Me cuesta ser empático en esta situación” Preguntas Desafiantes: ¿Qué es la justicia para ti? ¿Qué seria lo justo para el otro? Falacia de Recompensa divina Su consigna es: “Voy a dejar todo en manos de Dios” “Dios se hará cargo” “Dios lo ve todo” “Dios proveerá” “Veremos que me depara el destino” La recompensa que deseamos obtener de un ente superior te aleja de hacerte cargo por tus propios medios. No se trata de dejar de creer en tu ser superior, sino en aprovechar las oportunidades que te brinda para accionar. Pensamientos reales: “Dejaré todo como está” “No tengo poder ni elección en mi vida” Pregunta Desafiante: ¿Qué puedes hacer por ti para mejorar tu situación? ¿Qué estás dejando de hacer? Vamos algunas prácticas que te ayudarán a tomar las riendas de tus decisiones y responsabilizarte de tu vida Escribe un guión de tu día Como si de una película se tratase, escribe en las primeras horas de la mañana como será tu día, (pero no como una agenda o una planificación sino más bien como un guión cinematográfico). Comienza por como será tu emoción predominante del día, que música escucharás, que comidas disfrutarás, con quien hablarás, que harás, etc. Ejemplo: “Hoy me sentiré alegre, con ganas de salir a un parque a leer el libro que compré ayer, espero tomar algunas fotografías y ver una película de terror con mi esposa en la noche” Esto hará que te hagas cargo de tu día antes de vivirlo. Y claro que pueden ocurrir eventos alternativos para que pongas a prueba tus dotes de improvisación. 2 segundos para comenzar Los autoengaños tienen un tiempo de arranque, luego van creciendo como si de una avalancha se tratase hasta un punto de tener demasiada fuerza para desmentirles. Así que cuando sientas que debes accionar y hacer algo al respecto, solo cuenta hasta 2 1… 2… Y comienzas a hacerlo. Una vez que tomas las riendas y empiezas a realizar la tarea, los autoengaños pierden fuerza hasta un punto en el que desaparecen. Registro de pensamientos No me cansaré de recomendar que registres, escribas, grafiques lo que estas pensando y sintiendo en un momento determinado. Y lo vas a hacer según el siguiente esquema: Ejemplo: Acontecimiento: -“Acabo de perder mi trabajo, me despidieron por recorte de personal” Pensamientos:   -“No puedo hacer nada, así lo quiso Dios” 80% -“Ojalá me llamen para recontratarme” 80% -“Que injusto que me hayan despedido a mi y no a Lorena de inventario” 100% Emociones: -Rabia 100% -Impotencia 100% -Tristeza 60% -Desesperación 100% Respuesta: -Me quedé sentada en el mueble de mi casa llorando con desespero. Así puedes hacer consciente todos los procesos que estás pasando frente a una situación y del mismo modo puedes cuestionarlos a un pensamiento alternativo que te haga mejorar el acontecimiento. Ejemplo: Arreglaré mi currículo y me postularé a otros trabajos, haré un curso de repostería, llamaré a algunos amigos para ver si me pueden ayudar a conseguir otro empleo. Conclusión Todos los autoengaños vienen acompañados de la protección que te brinda tu mente inconsciente. Pero al mismo tiempo te inmoviliza para tomar acción y cumplir con tus propósitos de vida.

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Limpiando filtros mentales: Sobre generalización

Existen filtros mentales que como consecuencia nos hacen pensar de una manera determinada por nuestras creencias… En este post hablaré sobre la sobregeneralización también conocida como el pensamiento del “TODO” «NADA» Este pensamiento en concreto tiene limitaciones en la persona, invalidando la capacidad de especificar una situación, contexto o acción propia o de terceros, provocando por ejemplo dependencia… Si te suena esto y te interesa conocer cómo contrarrestar este pensamiento generalizado en ti y en otras personas, continuar leyendo que este post está genial. ¿Qué es la sobregeneralización? Todos poseemos pensamientos automáticos, estos se originan a través de la instalación de creencias por parte de nuestros padres y la verificación de nuestra vivencia. En ocasiones estos pensamientos suelen ser distorsiones cognitiva es decir, se contaminan de una irrealidad que ocasiona molestia e invalidación del YO frente a las situaciones. En este caso, la sobregeneralización, es un estilo de pensamiento (distorsión cognitiva) que ocasiona la generalidad de un rasgo, de una acción, de un genero e incluso del tiempo mismo. No quiero confundir mucho con teoría, mejor vamos a los ejemplos de pensamientos como: “SIEMPRE me salen las cosas mal” “TODOS los hombres son iguales “ “Es que NADA me sale bien” “NINGUNA mujer me encuentra atractivo” ¿Mejor entendido?… Entonces podemos decir que la generalización es meter a toda una categoría de personas en una totalidad, que evidentemente es invalido… ¿Por qué? Porque no todos los hombres son iguales, porque no siempre deberían salirte mal las cosas y definitivamente debe existir al menos una mujer que me encuentre atractivo. Entonces, este pensamiento limita tu personalidad desde diversos aspectos, que mencionaré en la siguiente sección. ¿Qué limita este pensamiento de sobregeneralización en la personalidad? Cuando este estilo de pensamiento se encuentra muy aferrado en tu sistema de creencias, comienzan las limitaciones en tus comportamientos, proyecto y actitudes. Hagamos esta sección de esta forma, tomando los mismos ejemplos anteriores: Pensamiento: “SIEMPRE me salen las cosas mal” Limitaciones conductuales: No haré nada, no me esforzaré en mejorar, lo haré por hacerlo Limitaciones emocionales: Decepción, decidía, procrastinación Limitaciones cognitivas: “Soy un perdedor” “Soy un inútil” “Resulté ser un fiasco” Vamos con otro ejemplo… Pensamiento: “TODOS los hombres son iguales” Limitaciones conductuales: No saldré con otros hombres, no estableceré relación con hombres Limitaciones emocionales: Aislamiento, desesperanza, ira, decepción Limitaciones cognitivas: “Soy poco atractiva” “No merezco el amor” “Me quedaré sola para siempre” (doble sobregeneralización) Así es como esta distorsión cognitiva cobra fuerza cada vez que existe una situación que se asemeja al estilo de pensamiento. Vamos con una pregunta que puede interesarte mucho si tienes este pensamiento o si conoces a alguien que le predomina. ¿Cómo suele originarse la sobregeneralización? Las distorsiones cognitivas suelen estar implícitas en un sistema de creencias mucho más fuerte. Estas pueden venir de casa, de los padres, amigos, familiares, del colegio, etc… Veamos esta historia: -Vanessa se encuentra en casa jugando con sus muñecas, ella tiene solo 6 años y su madre llega del trabajo muy molesta y grita: “TODOS son unas basuras, no se puede confiar en NADIE” Desde entonces el sistema de pensamiento de Vanessa se convirtió en un esquema de desconfianza hacia todas las personas y desarrolló rechazo a entablar relaciones sociales. La historia se explica sola y el origen de la sobregeneralización para Vanessa comenzó ese día por la reacción de su madre. Con esto no busco culpar a los padres de las distorsiones de los hijos, aunque si tienen mucho efecto y poder sobre esto. Ahora quiero mostrarte como aprender a desafiar este pensamiento en ti y en otras personas. ¿Cómo desafiar la sobregeneralización? Nuestros pensamientos tienen imagines que convertimos en frases, palabras y oraciones (como te mostré anteriormente) Ahora, para desafiar esta sobregeneralización debes tener mucha atención para atajarle y en seguida realizar algunas preguntas o afirmaciones realistas. Practiquemos con los ejemplos mencionados: Pensamiento: “TODOS los hombres son iguales” Preguntas desafiantes: ¿Conozco a todos? ¿Existen hombres que no sean como yo pienso? ¿Iguales cómo? Sigamos con otro ejemplo: Pensamiento: “Es que NADA me sale bien” Preguntas desafiantes: ¿Qué cosas me han salido bien? ¿A que me refiero con “NADA”? ¿Puedo mejorar lo que hago? ¿Qué tan bien espero que me salgan las cosas? Al desafiar la sobregeneralización, se especifica la creencia y por ende se desmantela a una situación mucho más realista. Conclusión Los pensamientos automáticos son así porque no prestamos la suficiente atención a detectarlos y desafiarlos. Para algunas personas esta práctica puede parecer difícil, por lo que siempre será de gran ayuda asistir a terapia psicológica en donde el especialista tiene la experiencia para hacerlo.

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Las tres falacias cognitivas más comunes

Nuestra mente suele ser experta en crear falacias cognitivas esto lo hace con el fin de “protegernos” de una situación dolorosa o insoportable. Pero… ¿Qué tan ciertas son estas cogniciones? Como su nombre lo dice son “falacias” es decir autoengaños que nacen desde una experiencia o evento en nuestra vida y se instalan como creencias absolutas para nosotros. Por eso es necesario conocerlas, hacerlas conscientes y poder cuestionar estos pensamientos para vivir la vida de una manera realista… Veamos entonces que es una falacia cognitiva. ¿Qué es una falacia cognitiva? Ya dejé claro que se trata de un pensamiento engañoso creado y alojado en nuestra mente, dicho en términos psicológicos, se trata de un pensamiento automático distorsionado. Es decir, son cogniciones creadas desde uno o varios eventos de la vida en donde se “comprobó” que está manera de pensar era totalitaria y con evidencia firme para la persona. Una falacia no es algo sano para la interpretación del entorno, ya que constituye un autoengaño que irá creciendo a medida que vayas alimentando esa creencia (muchas veces con profecías autorrealizadas) Te estarás preguntando… ¿Cómo se crean estas falacias?, ya te respondo en esta siguiente parte. ¿Cómo se crean las falacias cognitivas? Para explicar mejor esto, vayamos a un ejemplo: Alexander es un joven de 23 años que asistió a consulta por problemas con sus padres, dice que vivir con ellos es muy conflictivo y que le parece injusto que lo obliguen a hacer las tareas del hogar. En este ejemplo (real) tengo que acotar que en otra sesión Alexander había hablado sobre una discusión muy fuerte con su padre cuando tenia 18 años, en donde sintió que era injusto que le obligaran a estudiar alguna carrera. Vamos a suponer que Alexander en ese momento fue la primera vez que comenzó a utilizar la falacia ¿Sabes cuál? La detectamos cuando dice palabras como “INJUSTO”… Por cultura general sabemos que la justicia es ciega, esto quiere decir que la interpretación de esta es subjetiva y cada persona la asume desde su propia constitución. Ahora sí, vamos a explicar como se crean estas falacias. Orígenes de las falacias cognitivas Una falacia puede ser creada por imitación, es decir un niño o adolescente adoptó estas falacias cognitivas de su madre o su padre cuando en discusiones utilizaban esta creencia para defenderse o evitar la responsabilidad propia. También una falacia puede ser creada desde la necesidad o para evitar algún evento que pueda ser incomodo para la persona, en el caso de Alexander utiliza esta falacia para evitar hacer los oficios de la casa. Un evento traumático también puede ser el originario de una falacia, ya que la mente como buen abogado intentará defender a como de lugar la integridad del cuerpo ante cualquier situación parecida. Los orígenes pueden ser varios y es importante reconocerlos en terapia con la intención de cuestionarlos para evitar el constante autoengaño cognitivo (que obviamente trae consecuencias) Ahora vamos al siguiente capitulo de este post para conocer cuáles son las tres falacias más comunes en la mente humana. Las 3 falacias cognitivas más comunes Es importante acotar que estas falacias son distorsiones del pensamiento que han sido estudiados por psicólogos cognitivos. Estas distorsiones fueron descritas por Aaron Beck en 1963 en su teoría cognitiva en la depresión. Luego más tarde el enfoque cognitivo fue adicionando patrones de pensamientos distorsionados hasta recopilar 15 tipos de distorsiones cognitivas. Entre las cuales se incluyen las 3 falacias que verás a continuación: Falacia de cambio Este pensamiento describe la única posibilidad para la persona de mejorar o sentirse bien solo si el entorno es capaz de cambiar. Es decir que el bienestar de la persona solo será logrado con el acto de terceros en pro a su vida. Vamos con un ejemplo: María asiste a consulta porque su novio no quiere casarse, este dice que no creen en el matrimonio y que si lo quiere deberá aceptar esto. Para María es muy importante el casamiento por la iglesia y sabe que si logra convencerle será muy feliz al casarse. Este es un ejemplo más común de lo que crees, y en este caso María está esperando un cambio (puede ser real o no) para poder ser feliz y aquí es donde se hace presente la falacia. Consecuencias de esta falacia: Dependencia emocional, Ansiedad generalizada, desesperanza. Falacia de Justicia ¿Recuerdas el ejemplo de Alexander?… Este pensamiento distorsionado se describe como la valoración de “INJUSTO” a aquellas situaciones que no cumplen los deseos personales. En el ejemplo de Alexander, para el es injusto hacer los quehaceres del hogar porque no es su deseo hacerlos. Consecuencia de esta falacia: Narcisismo, victimismo, personalidad del héroe. Falacia de recompensa divina Este pensamiento sugiere que al dejar todo como está (sin intervención personal) todo mejorará mágicamente. En este pensamiento entran términos como poder superior, Dios, suerte, destino, futuro, etc. Vamos al ejemplo… Juana visita mi consulta y menciona que siente un dolor muy fuerte en el pecho, pero no cree en los médicos y asistió a consulta psicológica obligada por su hija. Su pensamiento es “yo se que este dolor es pasajero y que Dios me va a ayudar calmándolo” Este pensamiento sugiere que el dolor será calmado por obra divina sin ninguna participación por parte del protagonista (en este caso Juana). Luego de dos sesiones accedió a ir al médico y por suerte no pasó a mayores su situación de salud, ya está en tratamiento y se siente mejor. Consecuencia de esta falacia: Falta de iniciativa, comportamiento obsesivo compulsivo. ¿Cómo cuestionar las falacias cognitivas?   Existen estrategias terapéuticas eficaces en el reconocimiento de pensamientos distorsionados y la reestructuración de estos. En este caso la TCC (terapia cognitiva conductual) es muy eficaz en el tratamiento de estas falacias de pensamientos. Puedes agendar tu primera cita en el siguiente botón Una manera para poder identificar los pensamientos automáticos es registrándolos en un diario de pensamientos, el cuál llenarás todas las noches para poder analizarlos luego y saber cuales de estas falacias

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La fuerza de decir que “NO” cuando debemos decirlo.

En muchas ocasiones se puede estar frente a una situación donde no se quiere hacer algo pero terminas diciendo «SI» cuando en realidad querías decir «NO» Esto por el miedo al “¿QUÉ DIRÁN?” terminas complaciendo a los demás y queda adentro una especie decepción personal. Puede ser llamado auto decepción por ponerle un nombre. Para combatir esto es necesario aprender una palabra nueva… “NO” Claro, andar por la vida diciendo no a todo tampoco es de lo más saludable. Por eso es necesario reconocer que decir NO es un arte que media entre el respeto a los demás y hacia ti mismo. Ya veremos ejemplos para cada caso… Ahora sí, comencemos.

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